K11. ¿Quíen es el hombre?, ¿Qué debe hacer?
¿Quíen es el hombre?, ¿Qué debe hacer?
Desarrollar en los alumnos el criterio frente a las ciencia filosóficas por medio de la observación de la Belleza, la Verdad y el Bien en las distintas ramas de Filosofía; la compararación entre las diferentes posturas filosóficas para comprender al Hombre desde el hombre mismo como objetivo de la ciencia Antropología Filosófica desde la postura Realista; y del estudio de lo que es el Bien y el Mal producto de la libertad humana en el estudio de la ciencia de la Ética.
Temas
1. Contexto histórico
Empezaremos desde el estudio del ser para responder a la pregunta ¿qué es el hombre? Para después pasar a responder la pregunta antropológica ¿quién es el hombre? Y finalmente responder a la pregunta ¿a dónde voy?
Cada una de estas preguntas nos dicen lo que somos, por lo que este texto busca ayudar al lector a encontrarse consigo mismo en la búsqueda por su fin: ser feliz. Todos queremos ser felices y la vía para lograrlo es conociendo nuestro pasado, proyectando el futuro y actuando en el presente. No necesitamos que haya un adivino o un hada mágica que nos diga qué hacer, sino que cuando nosotros sabemos quiénes somos, somos capaces de encontrar nuestro destino. Somos los hacedores de nuestro futuro aquí y ahora.
El hombre es una contradicción: mientras más vive más muere, su crecimiento ya no es físico sino espiritual, sus intereses cambian, piensa unas cosas y hace otras, dice algo y luego con sus actos hace lo contrario. El ser humano es difícil definirlo ya que se mueve en tres tiempos: pasado, presente y futuro; y sus comportamientos van definiendo el tipo de persona que es: hábitos.
Comenzaremos desde la vía aristotélica: iremos de lo más sencillo y familiar para nosotros hasta lo más complejo y poco familiar para nosotros[1]. Es decir, tomaremos los grados de abstracción, desde el primero que es lo material o lo físico, luego al segundo grado que es lo ideal como los números y finalmente, al tercer grado de abstracción que es la metafísica.
El hombre se encuentra en una batalla personal para lograr conseguir su fin: llegar a la plenitud. Estos deseos lo llevan a satisfacerse con los bienes materiales como la comida, bebida, vivienda, etc. Y como no encuentra felicidad en estos bienes ya que “no solo de pan vive el hombre” como reza el dicho popular, es necesario completar esta felicidad con el alma: afectos, inteligencia (verdad) y voluntad (amor). No basta solo satisfacer el cuerpo y sus necesidades, buscamos algo más, somos insaciables en cuanto a lo material, por eso es necesario saciar todo no solo una parte: cuerpo y alma.
[1] ARISTÓTELES. Física. I, 1
2. Cuestiones metafísicas
El estudio del hombre ha sido tratado por las grandes mentes a través de los siglos, y ha sido objeto de estudio de muchas ciencias como: biología, metafísica, historia, etc. Pero ninguna ciencia ha logrado estudiarlo en su conjunto, cada una estudia un aspecto pero no el todo.
3. ¿Cómo soy?
Nuestra necesidad de hablar de las cosas agregando el verbo ser, se debe a que las cosas son o no son, no hay cosas que sean y no sean al mismo tiempo, como ya dijimos: o lo leo o no lo leo. Pero, ¿qué necesidad de agregar que “estoy leyendo” o “soy lector”? ¿Acaso si no decimos que somos ya no seremos? Es absurdo, es claro que somos porque estamos aquí, nadie puede dudar de algo tan evidente.
Cuando comenzamos a hablar de nosotros, lo hacemos como sujeto y no una descripción de lo que somos, sino de quién soy yo (mi pasado, mi presente determinan mi futuro). También añadimos algunas ideas o planes que tenemos para el futuro, dando a entender que aún no logramos ser todo lo que queremos ser, que tenemos algunas otras cosas que hacer para ser mejor (no hemos logrado todo lo que aspiramos). Porque todo hombre es perfectible, no imperfecto ni perfecto, ya que es por esto que nos levantamos todos los días para conquistar nuestros sueños y ser la mejor versión de nosotros mismos. Si no fuera así, ya sea perfecto o imperfectos, ¿qué caso tiene levantarnos cada mañana? Esto tiene una solución en el acto y la potencia.
4. Trascendencia
Todo hombre busca la felicidad y esta se encuentra cuando actualiza sus potencias en cada una de las facultades que posee (corporales- sentidos y apetitos, y espirituales- inteligencia y voluntad). Los hombres no estamos acostumbrados a vivir en el momento ya que constantemente nos estamos preguntando en lo que pasaría después o queriendo que las cosas que nos agradan se prolonguen. La vida no se vive en instante sino que todo lo hacemos para un fin: la felicidad. Es por eso que grandes personalidades como Víctor Frankl estando en una situación límite encerrado en el campo de concentración encontró el sentido de su vida aún en condiciones miserables. “El hombre siempre está orientado y ordenado a algo que no es el mismo… En una forma u otra, el hecho de ser hombre apunta siempre más allá de uno mismo, y esa trascendencia constituye la esencia de la existencia humana… La felicidad debe tener un fundamento del que nazca espontáneamente; pero la felicidad no se puede perseguir, no se puede fabricar; al contrario, cuanto más se la persigue, cuanto más se busca el placer, menos se alcanza. Como diría Freud, deshacerse de las tensiones para alcanzar el placer. Entonces el mundo no es algo que el hombre, saliendo fuera de sí, explora en busca de una causa a la que valga la pena servir o en busca de un semejante al que pueda amar porque es digno de amor… Toda la realidad humana se caracteriza, en efecto, por su autotrascendencia, esto es, por la orientación hacia algo o hacia alguien, mas no hacia sí mismo, al menos no primariamente hacia sí mismo. Cuando yo me pongo al servicio de algo, tengo presente ese algo y no a mí mismo, y en el amor a un semejante me pierdo de vista a mí mismo. Yo solo puedo ser plenamente hombre y realizar mi individualidad en la medida en que me trasciendo a mí mismo de cara a algo o alguien, y no mi autorrealización.”
5. Ética
La Ética es la ciencia que estudia el bien y el mal, es decir aquellos actos humanos que nos llevan a cumplir con nuestra finalidad: ser feliz. Recomendamos que al inicio del curso de Ética los alumnos realicen el test de virtudes: Para saber el impacto del curso de Ética en los alumnos, sugerimos contestar el test de virtudes: https://forms.gle/vMan4fnwsQjZfxV76 para desarrollar las virtudes durante la clase, al final se medirá este impacto.
El objetivo del K11 es desarrollar en los alumnos su propio criterio al conocer lo que es el Bien y el Mal, establecer una postura para determinar la moralidad de sus acciones desde el juicio subjetivo
6. Ley natural y Ley moral
Es el orden de la naturaleza, cómo estamos constituidos- emanan derechos
El derecho sigue a la ley
Responsabilidad- responder de nuestros actos humanos ante la autoridad
Responsabilidad social- Ante la autoridad social de los grupos de los que formamos parte
Responsabilidad civil- ante las autoridades civiles de los estados
Responsabilidad moral- ante Dios, el autor de la ley moral porque es el autor de la naturaleza humana y las leyes que la rigen
Deber- es una fuerza que nos obliga que nos apremia a hacer o a omitir algo.
7. Criterios de verdad
Las cosas naturales producen conceptos y las cosas artificiales producen ideas
uLa verdad es la adecuación del intelecto con la cosa
uverdad lógica teórica (conocimiento teórico)
uverdad lógica práctica (conocimiento práctico que puede ser técnico o moral)
uverdad lógica teórica científica (episteme) la ciencia se produce por medio de juicios entrelazados
8. El bien y el mal
¿Qué es lo bueno y que es lo malo? ¿Podemos conocer el bien y el mal? ¿Existe algún poder divino que establece lo que es bueno o malo de manera eterna, o el bien y el mal dependen de cada cultura? ¿El bien se encuentra en la naturaleza de las cosas, o es algo que depende de lo que decidimos? ¿Cómo distinguimos el bien del mal? ¿El bien y el mal son cuestiones de un acto o del conjunto de actos?
El bien aparece muy diferente según los diferentes géneros de actividad y según las diferentes artes… En la medicina por ejemplo, es la salud… Pero en toda acción, en toda determinación moral, el bien es el fin mismo que se busca, y siempre, en vista de este fin, se hace constantemente todo lo demás. Es, por lo tanto, una consecuencia evidente, que si para todo lo que el hombre puede hacer en general, existe un fin común al cual tienden todos sus actos…
Pero, ¿no pertenece también a otras disciplinas?
¿No se va al médico para preguntarle si se puede fumar?
¿No hay psicólogos que aconsejan en la elección de profesión?
¿Y no le dice a uno el experto en finanzas: es bueno que cierre Ud. un contrato de ahorro para la construcción; el próximo año estará peor el asunto de las primas, y será más largo el período de espera?
¿Dónde surge exactamente lo ético, lo filosófico?
El médico dice: “es bueno que Ud. se quede un día más en la cama”.
Añadir dos cosas: “es bueno para Ud.” y “es bueno para Ud. en el caso de que lo que quiera ante todo sea ponerse bueno”.
En caso de que alguien planee, por ejemplo, un robo con homicidio para un determinado día, entonces, consideradas todas las cosas, resulta sin duda mejor, si “pesca” una pulmonía que le impide acometer su empresa.
Pero puede ocurrir que, por tener que llevar a cabo un día algo importante e inaplazable, no hagamos caso al médico que nos manda hacer reposo en cama, y aceptemos el riesgo de una recaída en la gripe.
Decir eso es de su competencia. Como persona, pero ya no en su calidad de médico, puede decir que, en mi caso, debo tener en cuenta ante todo la salud.
En todos estos buenos consejos, la palabra “bueno” significa tanto como: “bueno para alguien en un determinado sentido”, y entonces puede ocurrir que la misma cosa resulte, bajo diversos aspectos, buena o mala para la misma persona.
Puede ser también que la misma cosa sea buena para uno y mala para otro; así la construcción de una carretera puede ser buena para los automovilistas y mala para los vecinos, etc.
Lo bueno no solo se dice para algo, sino que además se dice en sentido absoluto. Pero depende de cada cultura, época, etc.
Diferente modo de vivir y los diversos comportamientos.
Quizá con el resultado de encontrar unas mejores que otras. A esa norma o regla la llamaron “fisis”, naturaleza, por ejemplo, de las jóvenes escitas que se cortaban un pecho resultaba peor que su contraria.
Pero son precisamente las diferencias culturales las que nos obligan a preguntarnos por la existencia de un criterio o medida para juzgar. ¿Existe esa medida?
Muchos países ha visto, y muchos pueblos: así ha descubierto el bien y el mal de muchos pueblos. Ningún poder mayor ha encontrado en la tierra que las palabras bueno y malvado (…) En verdad, los hombres se han dado a sí mismos todo su bien y mal. En verdad, no lo tomaron, no lo encontraron, no les cayó como una voz del cielo. Valores colocó primero el hombre en las cosas, para conservarse ¡él creó primero el sentido de las cosas, un sentido de hombres! Por ello se llama ‘hombre’, es decir: el valorizado. Valorar es crear: ¡oídlo, creadores! El valorar mismo es el tesoro y la joya de todas las cosas valoradas. Sólo por el valorar existe el valor: y sin el valorar estaría vacía la nuez de la existencia.
9. Corrientes éticas
Una reflexión moral surge naturalmente cuando se encuentra con una pregunta moral. Comenzamos con la opinión, o una convicción, acerca de lo que es Bueno: “es mejor es sacrificio de uno a la muerte de muchos.” luego al enfrentarnos a una situación que confunde el principio, no lleva a la confusión: “pensaba que era mejor salvar a cuantas más vidas, y aún así parece malo empujar al gordo del puente.” Al sentir la confusión, la presión surge, es el impulso de la filosofía.
Confrontados con esta tensión, podemos revisar nuestro juicio acerca de lo correcto, o repensar los principios que teníamos. Así como enfrentamos nuevas situaciones, nos movemos ente juicios y principios, buscando una luz. Si las reflexiones morales consisten en buscar un ajuste ente los juicios que hacemos y los principios que afirmamos, ¿cómo podemos reflexionar para llegar a la justicia o a la verdad moral? Si lo logramos, en una vida, al alinear nuestro juicios y principios, ¿qué confianza tendríamos en los resultados de seguir nuestros principios con los prejuicios?
La reflexión moral no es un asunto solitario, requiere de un diálogo.
10. Actos humanos y actos del hombre
Hay dos tipos de actos en el hombre:
Carecen de conciencia y libertad o de ambas cosas. Sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos porque su origen es biológico. Estos actos carecen de moral por lo tanto no pueden juzgarse éticamente, pero sí en cuanto a salud.
Aquellas que no son consecuencia de la voluntad y del libre albedrío.
También se las puede llamar naturales, como es el caso de las operaciones del alma vegetativa y los actos involuntarios.
Respirar, digerir, circulación de la sangre, reflejos, etc.
Son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional: con pleno conocimiento y pleno consentimiento. Son el objeto material de la Ética y son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Moral.
Las acciones libres que el sujeto realiza porque así lo quiere y que son consecuencia de su razón y de su voluntad.
Estas acciones se hacen por un fin, y en último término por la felicidad.
A estas acciones que dependen de una voluntad deliberada las llama actos humanos y caen en el campo de la filosofía moral.
Hacer el bien o hacer el mal.
Es necesario que en los actos humanos haya voluntad.
Para verlo, hay que tener en cuenta que el principio de algunos actos o movimientos está en el agente, o en lo que es movido; mientras que el principio de otros movimientos o actos está fuera.
Ahora bien, de los que se mueven por un principio intrínseco, unos se mueven a sí mismos y otros no; porque, como todo agente actúa o todo movimiento se mueve por un fin, según se determinó antes (q.1 a.2), se mueven perfectamente por un principio intrínseco aquellos seres en los que hay un principio intrínseco no sólo para moverse, sino también para moverse al fin.
Para que algo llegue a hacerse por un fin, se requiere algún conocimiento del fin. Así, pues, lo que obra de este modo o es movido por un principio intrínseco que tiene algún conocimiento del fin, tiene en sí mismo el principio de la acción o del movimiento, no sólo para obrar, sino también para obrar por un fin.
Los actos humanos son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los que realiza con conocimiento y libre voluntad (cfr. S.Th., I-II, q.1, a.1,c.).
En ellos interviene primero el entendimiento, porque no se puede querer o desear lo que no se conoce: con el entendimiento el hombre advierte el objeto y delibera si puede y debe tender a él, o no.
Una vez conocido el objeto, la voluntad se inclina hacia él porque lo desea, o se aparta de él, rechazándolo.
11. Obstáculos
El acto voluntario indirecto se da cuando al realizar una acción, además del efecto que se persigue de modo directo con ella, se sigue otro efecto adicional, que no se pretende sino sólo se tolera por venir unido al primero (por ejemplo, el militar que bombardea una ciudad enemiga, a sabiendas de que morirán muchos inocentes: quiere directamente destruir al enemigo -voluntario directo-, y tolera la muerte de inocentes -voluntario indirecto-).
Para que sea lícito realizar una acción de la que se siguen dos efectos, bueno uno (voluntario directo) y malo el otro (voluntario indirecto), es necesario que se reúnan determinadas condiciones:
Que la acción sea buena en sí misma, o al menos indiferente (el fin nunca justifica los medios, y por tanto no se puede hacer el mal para obtener un bien) según el objeto y circunstancias.
Que el efecto inmediato o primero que se produce sea el bueno, y el malo sea sólo su consecuencia necesaria. Es necesario que el buen efecto derive directamente de la acción, y no del efecto malo.
Que uno se proponga el fin bueno, es decir, el resultado del efecto bueno, y no el malo, que solamente se tolera.
El fin malo sólo se tolera, por ser imposible separarlo del bueno, con disgusto o desagrado.
Que haya un motivo proporcionado para permitir el efecto malo.
Las acciones humanas no necesariamente se encuentran en plenitud, por lo que existen obstáculos que pueden velar, distraer o sesgar el juicio ético al actuar, no por eso dejamos de actuar.
12. Moralidad del acto humano
El acto voluntario indirecto se da cuando al realizar una acción, además del efecto que se persigue de modo directo con ella, se sigue otro efecto adicional, que no se pretende sino sólo se tolera por venir unido al primero (por ejemplo, el militar que bombardea una ciudad enemiga, a sabiendas de que morirán muchos inocentes: quiere directamente destruir al enemigo -voluntario directo-, y tolera la muerte de inocentes -voluntario indirecto-).
Para que sea lícito realizar una acción de la que se siguen dos efectos, bueno uno (voluntario directo) y malo el otro (voluntario indirecto), es necesario que se reúnan determinadas condiciones:
Que la acción sea buena en sí misma, o al menos indiferente (el fin nunca justifica los medios, y por tanto no se puede hacer el mal para obtener un bien) según el objeto y circunstancias.
Que el efecto inmediato o primero que se produce sea el bueno, y el malo sea sólo su consecuencia necesaria. Es necesario que el buen efecto derive directamente de la acción, y no del efecto malo.
Que uno se proponga el fin bueno, es decir, el resultado del efecto bueno, y no el malo, que solamente se tolera.
El fin malo sólo se tolera, por ser imposible separarlo del bueno, con disgusto o desagrado.
Que haya un motivo proporcionado para permitir el efecto malo.
13. Telos y honor
Toda acción se encuentra orientada a un fin (teleología). En orden para determinar una acción justa del bien, debemos investigar su causa final, o propósito, del bien que realizaremos.
Supongamos que el violín Stradivarius está en venta y un coleccionista Perlman lo quiere. El coleccionista quiere mostrar el violín en su sala ¿no podría ser esto una pérdida, incluso una injusticia? El violín tiene como fin ser tocado, no es para enseñarlo.
La vida moral busca la felicidad, por medio de la virtud quien tiene placer del bien que realiza. Si una persona le gusta ver las peleas de gallos, lo consideramos un vicio que puede superar, no una verdadera fuente de felicidad.
La felicidad no es un estado de la mente, sino una forma de ser “una actividad del alma de acuerdo con la virtud.”
Nos volvemos virtuosos “la virtud moral viene como resultado de un hábito.” Es lo que aprendemos haciendo.
“Las virtudes se consiguen al ejercerlas, así como sucede con las artes.”
Nadie nace sabiendo tocar un instrumento, ni leyendo un libro. Te vuelves un violinista tocando el violín. Lo mismo pasa con la virtud moral: “cuando alguien se encuentra haciendo actos justos, es justo, cuando alguien es templado tiene la templanza, cuando alguien es valiente es porque actúa con valentía.” lo mismo pasa con las recetas de cocina, contar chistes. Es necesario practicar.
Aristóteles define la sabiduría como “la capacidad racional y el verdadero estado de acción con respecto al bien humano.” la sabiduría práctica es una virtud moral con implicaciones políticas. Quien tiene sabiduría práctica puede deliberar acerca de lo que es el bien, no solo para ellos mismos, sino para los demás.
La deliberación no es filosofar, ya que es cambiante y particular. Está orientada a la acción aquí y ahora.
“Todo bien en sentido práctico es el objeto al que mira una acción o una tendencia; y toda acción deliberada, así como toda tendencia, se dirigen a un bien que constituye su fin.” López Quintás.