Únicos e irrepetibles

Unicos e irrepetibles

Frente a los nuevos avances de la ciencia con La Revolución científica, surge la necesidad de reconocer la grandeza del hombre como lo más alto en la creación, por lo que el Renacimiento surge como una respuesta a la grandeza del hombre: Humanismo

 

1. Idealismo

René Descartes fue un filósofo y matemático del siglo XVII conocido por su enfoque racionalista y su famoso dictum “Cogito, ergo sum” (Pienso, luego existo). Su planteamiento sobre el idealismo cuestiona la existencia del mundo externo y se centra en la primacía de la conciencia y la mente como fuente de conocimiento.

El idealismo de Descartes les permite explorar cómo percibimos y comprendemos el mundo que nos rodea. Pueden reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y cuestionar si nuestras percepciones sensoriales son siempre confiables o si pueden engañarnos. Esto promueve el pensamiento crítico y la capacidad de evaluar y cuestionar nuestras creencias y suposiciones. Fomenta la reflexión filosófica y el análisis de las bases del conocimiento. Los niños pueden explorar cómo construimos nuestras ideas y creencias a partir de la experiencia y cómo la mente desempeña un papel crucial en la formación de nuestra comprensión del mundo. También pueden considerar la relación entre el pensamiento y la realidad, y si existe una conexión directa entre lo que pensamos y lo que percibimos.

Enseñar a los niños sobre el idealismo de Descartes también les ayuda a comprender la diversidad de ideas filosóficas y a apreciar que existen diferentes perspectivas sobre la realidad y el conocimiento. Les muestra que la filosofía no es un conjunto de respuestas definitivas, sino un proceso de exploración y cuestionamiento constante.

2. El Príncipe

Maquiavelo fue un filósofo político y escritor italiano del siglo XVI. Su obra más famosa, “El Príncipe”, es un tratado que aborda temas relacionados con la política, el liderazgo y el gobierno. Aunque polémico en su época, su enfoque pragmático y realista ha tenido un impacto duradero en el pensamiento político.

Enseñar a los niños sobre Maquiavelo y “El Príncipe” les permite explorar las complejidades del poder y la toma de decisiones en el ámbito político. Pueden analizar las estrategias que se plantean para mantener el control y el poder, así como las implicaciones éticas y morales asociadas con estas acciones. Esto fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de evaluar y cuestionar las acciones de los líderes políticos. Además, pueden aprender sobre los desafíos y dilemas que enfrentan los líderes y las decisiones difíciles que deben tomar en situaciones complejas. Esto les permite apreciar la importancia de la responsabilidad política y desarrollar una conciencia cívica más informada.

Enseñar a los niños sobre Maquiavelo y su planteamiento sobre “El Príncipe” también les brinda la oportunidad de analizar y cuestionar las teorías políticas y las normas establecidas. Les muestra que la filosofía política no es estática, sino que está sujeta a debate y evolución. Esto promueve la apertura mental y la capacidad de considerar diferentes perspectivas sobre la política y la sociedad.

3. Deber ser

Kant fue un filósofo alemán del siglo XVIII y uno de los pensadores más influyentes en el campo de la ética. Su planteamiento se basa en la idea de que la moralidad se basa en la razón y en la obligación de actuar de acuerdo con el deber. Según Kant, la moralidad no depende de las consecuencias de nuestras acciones, sino de la intención y la voluntad de actuar de acuerdo con principios universales.

Enseñar a los niños sobre Kant y su planteamiento sobre el deber ser les permite explorar los fundamentos de la ética y desarrollar un sentido de responsabilidad hacia sus acciones. Pueden reflexionar sobre las razones detrás de sus acciones y considerar si están actuando por deber o por conveniencia personal. Esto promueve su desarrollo moral al fomentar la toma de decisiones basada en principios éticos universales en lugar de intereses egoístas. Además, de comprender la importancia de la autonomía moral y la capacidad de pensar por sí mismos. Aprenden a cuestionar y evaluar las normas sociales y morales, y a formar sus propias opiniones fundamentadas en principios racionales. Esto fortalece su capacidad de razonamiento crítico y su capacidad para resistir la presión de grupo o las influencias externas cuando se trata de tomar decisiones éticas.

El planteamiento de Kant también enfatiza la importancia de la universalidad de los principios morales. Los niños pueden reflexionar sobre la idea de tratar a los demás como fines en sí mismos y no simplemente como medios para alcanzar nuestros propios fines. Esto promueve la empatía, la comprensión y el respeto hacia los demás, y fomenta la construcción de relaciones interpersonales basadas en la ética y la justicia.

4. Espacio y Tiempo

Kant planteó que el espacio y el tiempo no son simplemente características objetivas del mundo externo, sino que son formas a priori de nuestra percepción y comprensión. Según él, el espacio y el tiempo son estructuras subjetivas que nos permiten organizar y dar sentido a nuestras experiencias sensoriales. Ayuda a comprender que estas nociones no son absolutas y universales, sino que son construcciones mentales que influyen en nuestra percepción y comprensión del mundo. Esto fomenta su capacidad de pensar de manera abstracta y conceptual, ya que deben trascender la experiencia sensorial inmediata y considerar cómo nuestras mentes dan forma a nuestra realidad.

El planteamiento de Kant también fomenta el desarrollo de habilidades analíticas y argumentativas. Los niños pueden examinar y evaluar las implicaciones filosóficas y epistemológicas de su teoría, y aprender a expresar sus ideas de manera clara y fundamentada. Esto les ayuda a fortalecer su capacidad de comunicación y a desarrollar un pensamiento lógico y estructurado.

Además, el estudio de Kant sobre el espacio y el tiempo abre la puerta a la exploración de otras áreas de la filosofía, como la metafísica y la epistemología. Los niños pueden ampliar su comprensión de las preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la realidad, el conocimiento y la existencia. Esto estimula su curiosidad intelectual y su capacidad para plantear preguntas profundas y significativas sobre el mundo que les rodea.

5. Empirismo

Hume, filósofo escocés del siglo XVIII, sostuvo que todo nuestro conocimiento se basa en la experiencia sensible y en la observación del mundo que nos rodea. Según el empirismo de Hume, nuestras ideas y conceptos se derivan de impresiones sensoriales y no tienen fundamentos innatos. Este enfoque contrasta con otras corrientes filosóficas que postulan la existencia de ideas innatas o racionales.

Enseñar a los niños sobre el empirismo de Hume les permite comprender que el conocimiento no se adquiere de manera pasiva, sino a través de la interacción activa con el entorno. Los niños aprenden a valorar la importancia de la observación y la experimentación como bases fundamentales para la construcción del conocimiento. Esto promueve su curiosidad, les ayuda a desarrollar habilidades de investigación y les enseña a cuestionar y evaluar la información de manera crítica.

El empirismo de Hume también promueve la comprensión de la diversidad de perspectivas y la apertura a nuevas ideas. Los niños aprenden que el conocimiento está sujeto a revisión y cambio en función de nuevas experiencias y evidencias. Esto les ayuda a desarrollar una mentalidad abierta y flexible, y a valorar la importancia del diálogo y la argumentación en el proceso de construcción del conocimiento.

6. Percepción

Berkeley, filósofo irlandés del siglo XVIII, sostuvo que la realidad consiste únicamente en nuestras percepciones y experiencias sensoriales. Según su planteamiento, no existen objetos materiales independientes de la mente que los percibe. En lugar de eso, todo lo que percibimos son ideas y sensaciones que son producidas por la mente.

Enseñar a los niños sobre la filosofía de Berkeley les ayuda a cuestionar la naturaleza de la realidad y a reflexionar sobre cómo percibimos el mundo que nos rodea. Los anima a pensar críticamente acerca de cómo nuestras percepciones y experiencias moldean nuestra comprensión de la realidad y a considerar si nuestras percepciones pueden ser engañosas o subjetivas. Aprenden a cuestionar la veracidad de sus percepciones y a considerar cómo pueden estar influenciadas por factores como las emociones, los prejuicios y las expectativas. Esto les ayuda a desarrollar habilidades críticas de pensamiento y a evitar aceptar información sin cuestionarla.

Enseñar a los niños sobre Berkeley y su planteamiento sobre la percepción también les ayuda a comprender la importancia de la subjetividad en nuestras experiencias y percepciones. Pueden explorar cómo las experiencias individuales difieren entre las personas y cómo estas diferencias pueden influir en la forma en que interpretamos el mundo. Esto fomenta la empatía y la comprensión de la diversidad de perspectivas.

7. Impresiones

Locke, filósofo inglés del siglo XVII, argumentó que todas nuestras ideas se derivan de la experiencia sensible y que, en última instancia, provienen de las impresiones que recibimos a través de nuestros sentidos. Según su planteamiento, la mente es como una “pizarra en blanco” al nacer y las impresiones sensoriales son las que escriben en ella, dando lugar a nuestras ideas y conocimientos.

Enseñar a los niños sobre las ideas de Locke acerca de las impresiones les ayuda a entender que el conocimiento no es algo innato o dado de antemano, sino que se adquiere a través de la interacción con el entorno. Les anima a ser curiosos y a explorar el mundo que les rodea para adquirir nuevas experiencias y ampliar su comprensión.

La filosofía de Locke también fomenta el desarrollo de habilidades de observación y análisis. Los niños aprenden a prestar atención a los detalles y a ser conscientes de las impresiones sensoriales que reciben. Pueden distinguir entre diferentes tipos de impresiones, como las visuales, auditivas o táctiles, y reflexionar sobre cómo estas impresiones dan lugar a ideas y conceptos en su mente.

8. Gobierno

Rousseau, filósofo francés del siglo XVIII, planteó la idea de un contrato social en el que los ciudadanos se unen para formar un gobierno legítimo. Según su planteamiento, el gobierno debe ser una expresión de la voluntad general, es decir, debe representar los intereses y el bienestar de todos los ciudadanos y no solo de unos pocos privilegiados.

Enseñar a los niños sobre las ideas de Rousseau acerca del gobierno les ayuda a comprender que la política no es solo un asunto de los gobernantes, sino que todos los ciudadanos tienen un papel que desempeñar en la configuración de la sociedad en la que viven. Les anima a reflexionar sobre los valores y principios que consideran importantes en una comunidad y a ser conscientes de que pueden influir en las decisiones que se toman en su entorno.

La filosofía de Rousseau también fomenta el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y análisis. Los niños aprenden a cuestionar las estructuras y las normas establecidas, a examinar las políticas y las decisiones gubernamentales, y a evaluar cómo estas afectan a diferentes grupos de personas. Esto les permite formar su propio criterio y a no aceptar ciegamente las ideas dominantes.

Enseñar a los niños sobre Rousseau y su planteamiento sobre el gobierno también les ayuda a comprender la importancia de la justicia social y la igualdad. Pueden reflexionar sobre la distribución de recursos, la equidad y la protección de los derechos individuales y colectivos. Esto promueve la empatía y la conciencia de las desigualdades existentes, así como el compromiso con la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

9. Mitos

Bacon, filósofo y científico inglés del siglo XVII, fue uno de los principales defensores del método científico y se opuso al uso de mitos y supersticiones como explicaciones de los fenómenos naturales. Bacon abogaba por un enfoque basado en la observación y la experimentación para obtener conocimientos confiables sobre el mundo.

Enseñar a los niños sobre las ideas de Bacon acerca de los mitos les ayuda a entender que los mitos son relatos simbólicos que se utilizaban en el pasado para explicar fenómenos naturales, pero que no están respaldados por evidencias empíricas. Les anima a cuestionar las creencias y a buscar explicaciones basadas en la observación y la lógica.

La filosofía de Bacon también fomenta el espíritu científico en los niños. Les enseña la importancia de la observación, la experimentación y la recolección de datos para obtener conocimientos confiables. Les anima a explorar el mundo que les rodea, a hacer preguntas y a buscar respuestas basadas en la evidencia.

Enseñar a los niños sobre Bacon y su planteamiento sobre los mitos también les ayuda a desarrollar una actitud abierta y receptiva hacia nuevas ideas y perspectivas. Les enseña a no conformarse con explicaciones simples y a estar dispuestos a investigar y descubrir nuevas verdades.

10. Mónadas - semillas

Leibniz, filósofo y matemático alemán del siglo XVII, propuso el concepto de las mónadas como unidades fundamentales de la realidad. Según su planteamiento, las mónadas son sustancias simples, indivisibles y autónomas que constituyen la base de todo lo que existe. Cada mónada tiene una naturaleza única y está en constante cambio y desarrollo.

Enseñar a los niños sobre las ideas de Leibniz acerca de las mónadas les ayuda a comprender que el mundo está compuesto por una diversidad de elementos individuales, cada uno con su propia identidad y propósito. Les invita a reflexionar sobre la complejidad y la interconexión de todas las cosas y a apreciar la diversidad y la singularidad de cada ser. Les anima a cuestionar la naturaleza de la realidad, a investigar las relaciones causales y a buscar patrones y regularidades en el mundo que les rodea. Les ayuda a desarrollar habilidades de observación, análisis y síntesis.

Enseñar a los niños sobre Leibniz y su planteamiento sobre las mónadas también les ayuda a desarrollar una perspectiva filosófica y a plantear preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la realidad y el sentido de la existencia. Les invita a reflexionar sobre el propósito y la finalidad de las cosas y a explorar su propia identidad y su lugar en el mundo.

11. Tésis, antítesis, síntesis

Hegel, filósofo alemán del siglo XIX, propuso un enfoque dialéctico en el cual las ideas o conceptos se desarrollan a través de un proceso de confrontación y superación. Según Hegel, una tesis (una afirmación o posición) encuentra su contraparte en una antítesis (una posición opuesta) y la interacción entre ambas genera una síntesis que integra los aspectos válidos de ambas posiciones.

Enseñar a los niños sobre las ideas de Hegel acerca de la dialéctica les permite comprender que el conocimiento y las ideas no son estáticos, sino que evolucionan y se desarrollan a través del conflicto y la síntesis. Les ayuda a entender que las ideas no son simples y unidimensionales, sino que pueden ser complejas y requieren un análisis cuidadoso.

La filosofía de Hegel también promueve la comprensión conceptual en los niños. Les enseña a reconocer la complejidad de los conceptos y a analizar cómo se relacionan entre sí. Les ayuda a desarrollar habilidades de razonamiento abstracto y a apreciar la importancia de la argumentación lógica.


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