Introducción 
Contexto histórico
El cristianismo nace y se desarrolla en el seno del judaísmo, fundamentalmente entre gente sencilla y, por tanto, al margen de las corrientes filosóficas. Por eso, la filosofía cristiana hasta el s. XIII conoce poco la filosofía griega y la mayor parte de las veces de un modo indirecto. La cultura romana es más bien práctica y prestó poco interés a la filosofía que entró además en crisis, especialmente con las corrientes del eclecticismo, escepticismo, estoicismo, platonismo, etc. En este contexto cultural sólo un judío, Filón de Alejandría, subordina todas las artes a la filosofía y ésta a la Sagrada Escritura (Antiguo Testamento) que para él es la más alta sabiduría.
A partir de la creencia judía decía que Dios siendo perfecto no pudo contaminarse de la imperfección del mundo por lo que lo creo por medio de destellos o radiaciones, una de ellas llamada Logos quien creó el mundo a partir de la idea de Dios.