Introducción 
Contexto histórico
Los seres nacen y mueren, porque pueden o no existir, y el mundo sigue funcionando y siendo el mismo. Para santo Tomás, «contingencia» refiere a esa condición de los seres y se opone a la «necesidad».
Los seres necesarios no pueden no existir, la única posibilidad es que existan. De ahí su necesidad, pues son necesariamente existentes. Es imposible, en el razonamiento aristotélico, que siempre haya habido seres contingentes. Porque precisamente por su contingencia hubo un momento en el que, con toda seguridad, no existieron.